Este cuadro lo pinté hace veinte años, a
raíz de un accidente
aéreo en el que desapareció un amigo muy querido. Es un cortijo de Jaén que
pertenecía al abuelo de este amigo, lo pinté para
regalárselo a sus padres, trabajé en él con mucho dolor, pero intentaba que no se tradujera en un color triste y apagado,
quise darle la
alegría y la
nostalgia con las que mi amigo y su familia hablaban del lugar.
Así que pintaba a partir de una fotografía, y de un sentimiento; por eso el color es brillante, alegre ...y el cortijo se recorta al fondo algo borroso.
Quería que el conjunto resultara reconocible y que además reflejara algo de lo que yo
sentía.
1 comentario:
Emotivo¡ Vuelve
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